Hacía bastante tiempo que no escribía en este pequeño espacio olvidado.
O mejor dicho, ya tenía rato de no compartir las pequeñas aventuras que he tenido durante todo este tiempo. Sobre todo en tiempos de pandemia.
En resumen, las cosas cambiaron. Y adivinaran ¿Quién no puede dormir el día de hoy?
Exacto, está loca mujer desesperada y ansiosa. Ya saben, mi maldición.
¿Por dónde debería de comenzar?
¿Por lo bueno?, ¿Por lo malo?, ¿Por lo correcto? O ¿Por lo real?
Empecemos por este último.
¿Por qué te quiero tanto?
Bien, expliquemos a las personas de la mejor forma y como tú lo dirías: dónde la razón se empiece a desvanecer por motivos indescriptibles, ahí es.
Lo real es lo más bonito de la vida. Las cosas y momentos que compartimos.
La esperanza y el anhelo compartido, sobre todo, los recuerdos formados.
Bien bonita que es la vida a tu lado. Bien bonito que se siente ir contigo de la mano.
Nisiquiera yo sé porque me gustas tanto, porque te quiero tanto y porque te necesito tanto.
Lo bueno es que estamos juntos, lo malo es que ya te extraño.
Podría pedirte la eternidad o podría dejarte correr en libertad. ¿Qué de bueno tengo con esto?
Amor y cariño.
Pasemos a lo demás.
Lo bueno son todas aquellas tardes de compañía, pequeños fragmentos de alegría. Las mañanas de bienvenida a un nuevo día y sobre todo las noches llenas de emoción y empatía.
Hemos tenido tantos momentos que atesoro día con día, las oportunidades otorgadas por la vida.
Lo malo son aquellas acciones. Las actividades bruscas, los miedos y malinterpretaciones. El no saber hablar y escuchar. Las puestas a prueba, los temores marcados. La necedad de ambos. El ego de las personas, nuestro miedo a ser lastimados.
Yo sé que te he fallado, que te puse a prueba en muchas ocasiones, que tenía miedo.
Yo sé que te he marcado, que te lastimé más allá de lo que puedes contarme. Ojalá puedas disculparme, pero más que eso, ojalá puedas sanarte con este pequeño salto.
Un salto de fe.
Lo correcto es todo aquello que estará en mis manos. Para que todo esto funcione y sobre todo para poder repararte. Lo correcto es todo aquello que estará en tus manos, tu forma de soñar y sobre todo curar. Lo correcto a veces suele doler, nos lastimará y nos enseñará las peores posiciones, pero es un riesgo que estoy dispuesta a enfrentar.
Lo correcto fácil no será y muchos días vamos a querer parar. Pero tendremos que continuar.
Lo correcto nos puede mostrar la verdadera razón y sea o no la disolución, enfrentemos el destino con ilusión.
Indescriptible la forma en que te extrañaré, lo confieso, te voy a echar de menos.
Pero bueno, dejemos el dramatismo. (Perdón por ello).
La esperanza no puede terminar aquí, porque es necesario tomar este pequeño salto. Para que vuelvas a brillar como tú solamente sabes, como aquél primer día en el que te conocí.