lunes, 7 de diciembre de 2020

Ambigüedad.

Hoy no hay introducción, lo único que existe es la ambigüedad.

Nisiquiera sé porque tengo que sentirme así después de que fueran de esa forma conmigo.

¿No les ha pasado que ustedes dan de cierta manera todo pero los demás piensan que no lo damos todo porque no somos como ellos? 

Eso me duele en cierta manera. Ese pensamiento ajeno es un arma de doble filo. Los humanos debemos aprender que si las personas no actuamos como se "desea" no significa que no valoremos algo. Sin embargo, eso no significa que debemos dejarnos lastimar ni mucho menos dejar de ser quién somos. Y a su contraparte si algo no nos parece bien, nos duele y lástima, y sobre todo nos incómoda, debemos de expresarlo. 

Una persona real intentará entenderlo, quizá no lo acepte del todo, pero escuchará.

A su vez, la persona que lo diga debe de aprender a contar lo que le duele, respetando las opiniones ajenas al tema.

Escuchen, valoren y cuiden. Hablen, respeten y entiendan otra opinión.

Todo es un dando-dando. Todo debería ser mutuo. Y sobre todo, TODO debería de ser en equipo. Sin juzgar, sin interpretar. Poniéndote en los zapatos del otro y sobre todo saber que no siempre será el 50/50, ya qué existirán días en dónde sea el 20/80, 30/70 o 90/10.

Nadie es igual a nadie. Todos tenemos conceptos diferentes y no por ello alguien es menos importante para la vida de una persona. Hasta en eso es muy claro que no es el mismo papel para la pareja que para un amigo.
Hay prioridades, como en todo.
Pero al final somos humanos.

Por eso es que esto puede ser con la persona que sea, familia, amigos de verdad, y tu pareja. RESPETA.

Creo que esa es una descripción de lo que es el amor de verdad. Entender, valorar, enseñar, apoyar y proteger todo aquello que quieres. Sobre todo atesorar al prójimo. 

Todo este escrito viene de una persona que se acostumbro a la soledad desde una edad muy temprana. 
Que quiere ser libre de expresar su sentir pero al mismo tiempo quiere atesorar a su pareja, a sus amigos y a su familia.
Y sobre todo viene de una persona que no quiere repetir el mismo patrón con el que ha vivido a su alrededor durante casi toda su niñez y que a pesar de ser egoísta en muchas ocasiones, siempre verá por el bien común. La estabilidad de los que quiere y por ella. 

De verdad, créanme que intento entender su pensar, pero lo que no entiendo, a veces es la falta de humanidad o corazón qué a veces con sus palabras secas expresan.
Siempre me voy a preguntar, ¿por qué tengo que ser así? Defendiendo lo neutral. 
Si fuera como casi todos seguramente tendría menos problemas. Incluso se los ahorraría a todos ustedes. 
Pero sin duda agradezco ser quién soy. 

Y si, quizá he sido egoísta en muchas ocasiones porque yo también estoy aprendiendo, quizá en cierta manera he sido fría con mis palabras y expresiones para decir que algo no me parece plantandome como árbol y porque no confío en todos e incluso he omitido ciertas cosas en el pasado para evitar confrontación. Pero sin duda jamás he obrado mal por nadie ni en contra de nadie.

Es por eso que esta ambigüedad a veces es inexplicable.







martes, 17 de noviembre de 2020

Extraña combinación.

Hoy al final del día me dispuse a colorear como lo he estado haciendo estos últimos momentos para evitar el estrés y de repente se me vino a la mente varias cosas: su carita, su ternura y sus ojitos.

Es increíble el grado de ternura que me hace sentir,  es como un impacto directo al corazón, aunque no lo sé,  creo que es algo que va más allá.

A veces pienso sobre una cosa en específico: ¿Cómo es que le haces para impactarme cada vez más? Jajaja estoy balbuceando, a veces eres algo difícil. 
Supongo que en viceversa también yo lo soy.

En fin, tú tan del sur y yo tan del norte, que buena combinación ♡

Esto solo es un pequeño recordatorio para decirte que te quiero mucho muchachito. 

PD: deja los enojos :P 




domingo, 25 de octubre de 2020

Impaciente.

 ¿Alguna vez han sentido un vacío emocional? Uno de esos que es inexplicable, difícil de curar. 

Me hace falta algo, pero no quiero expresarlo. No por orgullo, si no por hacer lo correcto. Mis  acciones pasadas  seguramente necesitan castigo. Me siento avergonzada, pero tengo que superarlo y crecer como persona.

Odio ser impaciente.

Hoy más que nunca me duele. ¿No es curioso estar herida por acciones propias? 

Poco a poco empiezo a notar esas diferencias, porque lo veo y leo. 

Lo merezco.



Oficialmente  me siento sola de nuevo.


domingo, 18 de octubre de 2020

Cambios y despedidas.

 ¿Cuántas veces me he enfrentado a ésto? Realmente no estoy segura. 

Quisiera que fuera diferente, poder demostrar lo contrario.

No quiero aprender sola, quisiera aprenderlo contigo. La primera lección del día aprendida.

Ya que el día no empezó muy bien, porque no te vería en mucho tiempo según yo. Posterior bien dicen que nosotros creamos a nuestros propios demonios.

Está semana realmente he recibido muchas malas noticias. De diferentes ámbitos y magnitudes. Me alegraba compartir esto, saber que no estaba sola, que había alguien quién me entendía.

Pero había tanto guardado y hoy ya no puedo más. ¿A quién engaño? Te necesito conmigo. No necesito algo más. 

Mi mejor amiga está acostada al lado mío y ni así logró dormir. Me lastimé a mi misma aunque juré no volver a dañarme.

No quisiera que te fueras, ojalá te quedarás.

Pero necesitas sanar y ser feliz.


Te quiero, muchachito.

Si, lo admito. He actuado mal y te he dañado, ojalá que puedas disculparme algún día.

lunes, 10 de agosto de 2020

Un salto de fe.

 Hacía bastante tiempo que no escribía en este pequeño espacio olvidado. 

O mejor dicho, ya tenía rato de no compartir las pequeñas aventuras que he tenido durante todo este tiempo. Sobre todo en tiempos de pandemia.

En resumen, las cosas cambiaron. Y adivinaran ¿Quién no puede dormir el día de hoy?

Exacto, está loca mujer desesperada y ansiosa.  Ya saben, mi maldición.

¿Por dónde debería de comenzar?

¿Por lo bueno?, ¿Por lo malo?, ¿Por lo correcto? O ¿Por lo real?

Empecemos por este último. 

¿Por qué te quiero tanto? 

Bien, expliquemos a las personas de la mejor forma y como tú lo dirías: dónde la razón se empiece a desvanecer por motivos indescriptibles, ahí es.

Lo real es lo más bonito de la vida. Las cosas y momentos que compartimos. 

La esperanza y el anhelo compartido, sobre todo, los recuerdos formados.

Bien bonita que es la vida a tu lado. Bien bonito que se siente ir contigo de la mano. 

Nisiquiera yo sé porque me gustas tanto, porque te quiero tanto y porque te necesito tanto. 

Lo bueno es que estamos juntos, lo malo es que ya te extraño.

Podría pedirte la eternidad o podría dejarte correr en libertad. ¿Qué de bueno tengo con esto?

Amor y cariño.

Pasemos a lo demás.

Lo bueno son todas aquellas tardes de compañía, pequeños fragmentos de alegría. Las mañanas de bienvenida a un nuevo día y sobre todo las noches llenas de emoción y empatía. 

Hemos tenido tantos momentos que atesoro día con día, las oportunidades otorgadas por la vida.

Lo malo son aquellas acciones. Las actividades bruscas, los miedos y malinterpretaciones. El no saber hablar y escuchar. Las puestas a prueba, los temores marcados. La necedad de ambos. El ego de las personas, nuestro miedo a ser lastimados. 

Yo sé que te he fallado, que te puse a prueba en muchas ocasiones, que tenía miedo.

Yo sé que te he marcado, que te lastimé más allá de lo que puedes contarme. Ojalá puedas disculparme, pero más que eso, ojalá puedas sanarte con este pequeño salto. 

Un salto de fe.

Lo correcto es todo aquello que estará en mis manos. Para que todo esto funcione y sobre todo para poder repararte. Lo correcto es todo aquello que estará en tus manos, tu forma de soñar y sobre todo curar. Lo correcto a veces suele doler, nos lastimará y nos enseñará las peores posiciones, pero es un riesgo que estoy dispuesta a enfrentar.

Lo correcto fácil no será y muchos días vamos a querer parar. Pero tendremos que continuar. 

Lo correcto nos puede mostrar la verdadera razón y sea o no la disolución, enfrentemos el destino con ilusión.

Indescriptible la forma en que te extrañaré, lo confieso, te voy a echar de menos.

Pero bueno, dejemos el dramatismo. (Perdón por ello).

La esperanza no puede terminar aquí, porque es necesario tomar este pequeño salto. Para que vuelvas a brillar como tú solamente sabes, como aquél primer día en el que te conocí.